Recomendaciones última conferencia

Recomendación 1

En un contexto de recesión económica y emergencia social y climática, hay que redoblar los esfuerzos por visibilizar la contribución de los gobiernos locales y regionales, mejorar los entornos en los que operan potenciando los procesos de descentralización y reconocimiento de la autonomía local, y reforzar sus capacidades institucionales y operativas. La cooperación descentralizada debe ser reconocida como la forma más eficiente para ello y la Agenda 2030 —y el resto de las agendas del desarrollo sostenible— la hoja de ruta para mejorar los procesos de elaboración de políticas públicas. Por otro lado, será importante velar por que el compromiso de los gobiernos locales y regionales con la cooperación descentralizada se mantenga firme y que los recursos que movilizan no se vean reducidos en un contexto de fragilidad y extrema vulnerabilidad de muchos territorios

Recomendación 2

Teniendo en cuenta que la Unión Europea se encuentra en plenos proceso de revisión de su Marco Financiero Plurianual 2021-2027 y de las políticas públicas que impulsará el nuevo presupuesto, se presenta una muy buena oportunidad para volver a poner sobre la mesa elementos de excelencia identificados en programas como URBAL (en especial la lógica de trabajo en red) y revisar los aspectos que no han acabado de funcionar en las herramientas actuales. En especial se debería insistir en que la Comisión Europea supere la lógica Norte-Sur que, aunque velada, sigue apareciendo cuando se presupone que el flujo de conocimiento y experiencia va únicamente de los gobiernos locales y regionales europeos a sus socias latinoamericanas.

Recomendación 3

A pesar de que la evolución en los modelos de cooperación descentralizada ha sido notable, las formas más evolucionadas siguen identificándose en los gobiernos locales y regionales más profesionalizados. Es necesario capitalizar y poner en valor las prácticas más eficientes y potenciar los espacios de capacitación existentes para formar a profesionales que puedan acompañar las transformaciones necesarias. Plataformas como el Observatorio de la Cooperación Descentralizada UE-AL han ejercido este rol durante años promoviendo capacitaciones impulsando investigaciones, analizando tendencias, capitalizando buenas prácticas y suministrando información y datos. Hay que apostar por reforzar sus capacidades y dotarlo de los recursos necesarios para que siga ejerciendo esa labor.

Recomendación 4

La cooperación descentralizada puede y debe ser una herramienta muy relevante para reforzarlas capacidades de los gobiernos locales y regionales para mejorar el entorno normativo e institucional en el que operan incidiendo en las agendas nacionales, regionales e internacionales. Resulta relevante poner el foco en la dimensión política de la cooperación descentralizada y no limitarla a acciones de carácter técnico o sectorial. En el contexto de la pandemia y en la gestión de la crisis en que derivará, se pueden producir procesos recentralizadores que hagan retroceder la democracia local unos cuantos años. Es por ello por lo que habrá que estar muy vigilantes y denunciar y desactivar dichos procesos si se producen.

Recomendación 5

La cooperación técnica aporta un valor añadido significativo a la cooperación descentralizada en la medida en que refuerza las relaciones de partenariado, genera apropiación y se orienta de forma muy eficiente al refuerzo de las capacidades institucionales y operativas de los gobiernos locales.
Sin embargo, se trata de un tipo de cooperación sujeta a fuertes resistencias y limitaciones en el ámbito local (ligadas normalmente a la falta de visión y a la escasez de recursos). En este sentido, resulta fundamental potenciar las herramientas dirigidas a consolidar este tipo de cooperación, a mitigar las resistencias con las que se encuentra y a capitalizar buenas prácticas, potenciar liderazgos y reforzar capacidades.

Recomendación 6

Diseñar estrategias para diversificar la implicación de la sociedad civil puede aportar valor a la cooperación descentralizada y orientarla hacia prácticas más eficientes, inclusivas y que respondan mejor a las necesidades de la ciudadanía y de los territorios. Las ONGDs pueden contribuir a esta diversificación compartiendo su agenda, experiencia y recursos.

Recomendación 7

Abrir y desarrollar el debate sobre la participación del sector privado en el marco de la cooperación descentralizada es hoy una exigencia más necesaria que nunca. Si los gobiernos locales y regionales no son capaces de conducir dicho debate, lo impulsarán otros actores, en especial las filantrópicas. Hay que superar líneas rojas, ver de qué manera aprovechar los recursos y el conocimiento que puede aportar. Poner, en este sentido, un foco en el tejido empresarial y profesional local, en especial en las pymes, y en el sector de la economía social, solidaria y colaborativa, puede generar consensos y ayudar a avanzar.

Recomendación 8

Más allá de tener claro el potencial de todos estos actores, la clave radica en definir mecanismos de gobernanza colaborativa que habiliten y potencien su participación en los partenariados de cooperación descentralizada y permitan avanzar en una lógica de co-creación y corresponsabilidad en el diseño y desarrollo de las políticas públicas.
Resulta necesario capitalizar los mecanismos existentes e impulsar procesos destinados a generar nuevos marcos de gobernanza colaborativa. En este sentido, la alianza con el sector del conocimiento puede ser fundamental.

Recomendación 9

Implantar la rendición de cuentas en los partenariados de cooperación descentralizada requiere voluntad política, liderazgo y visión. Requiere también avanzar en una estrategia de comunicación para resultados y no sobre resultados. Es decir, una estrategia comunicativa integral, multiactor, transversal, presente en todos los ciclos de la política de cooperación descentralizada, proactiva, con visión a medio y largo plazo y con recursos humanos y económicos adecuados. Por ello, es necesario promover mecanismos dirigidos a reforzar las capacidades de los gobiernos locales y regionales en los ámbitos de la rendición de cuentas y de la comunicación para resultados capitalizando buenas prácticas, definiendo herramientas operativas e impulsando procesos formativos.

Recomendación 10

Consolidar el monitoreo y la evaluación requiere de capacidades y herramientas que por lo general los gobiernos locales y regionales no disponen. Resulta fundamental, en este sentido, que las instituciones que prestan apoyo a la cooperación descentralizada desarrollen instrumentos de apoyo orientados a reforzar sus capacidades y a desplegar sistemas de información y generación de datos sin los cuales impulsar procesos de monitoreo, evaluación y rendición de cuentas resulta inviable.